La situación ambiental en América Latina empeorará en los próximos años debido al incremento desmedido de la flota vehicular, a menos que los gobiernos de la región aumenten su apuesta por los vehículos eléctricos, advirtió un alto representante de Naciones Unidas.

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El organismo advirtió esta semana que la flota vehicular "se está expandiendo más rápido que en cualquier otra zona del mundo y podría triplicarse durante los próximos 25 años", lo que produciría "un colapso de las infraestructuras" y un "aumento proporcional de emisiones contaminantes".

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Para evitar este dramático escenario, la ONU considera imprescindible apostar por el transporte eléctrico, tanto público como privado.

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Estudios apuntan que si la flota actual de buses y taxis de 22 ciudades latinoamericanas fuera reemplazada inmediatamente por vehículos eléctricos, se ahorraría para 2030 casi 64.000 millones de dólares en combustible.

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En el mundo circulan 3 millones de automóviles eléctricos de pasajeros, el doble que en 2016, y para 2040 se espera que 55% de los nuevos vehículos vendidos sea eléctrico.

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Uruguay ha construido estaciones de recarga eléctrica en 300 km de sus principales carreteras turísticas, lo que constituye la primera ruta regional de esa clase, y ha exonerado de tasas de importación a los vehículos eléctricos de uso comercial.

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